Molotov: Más de dos décadas de irreverencia y crítica social a ritmo de rock
Ciudad de México – Desde su irrupción en la escena musical en 1995, la banda mexicana Molotov ha sido sinónimo de provocación, energía y crítica mordaz. Con un estilo que fusiona el rock alternativo, el rap, el funk y el punk, el grupo se consolidó rápidamente como una de las propuestas más incendiarias y originales de América Latina.
Integrada originalmente por Tito Fuentes, Miky Huidobro, Paco Ayala y Randy Ebright, Molotov ganó notoriedad con su álbum debut ¿Dónde Jugarán las Niñas? (1997), una obra que escandalizó a algunos por su contenido explícito, pero que fue celebrada por muchos otros por su honestidad y su denuncia social. Canciones como “Gimme Tha Power”, “Voto Latino” y “Puto” no solo se convirtieron en himnos generacionales, sino también en declaraciones políticas directas contra la corrupción, la discriminación y la censura.
A lo largo de su carrera, la banda ha mantenido un discurso contestatario, utilizando el humor negro, la sátira y un lenguaje sin filtros como herramientas para incomodar y reflexionar. Su segundo disco, Apocalypshit (1999), reforzó su perfil internacional, permitiéndoles recorrer escenarios en Estados Unidos, Europa y América Latina.
Molotov no ha estado exento de controversias. Diversos sectores han criticado sus letras por considerarlas ofensivas o políticamente incorrectas. No obstante, los integrantes han defendido su derecho a la libre expresión, argumentando que su música refleja realidades incómodas y da voz a sectores marginados.
Con más de 25 años de trayectoria, la banda ha lanzado varios discos de estudio, álbumes en vivo y documentales, como Gimme the Power (2012), que profundiza en su historia y su papel como cronistas del México contemporáneo. Además, han seguido activos en giras y festivales, demostrando que su energía sigue tan vigente como en sus inicios.
Molotov no solo es una banda: es una declaración. Con una carrera marcada por la irreverencia, la crítica social y una sonoridad única, se ha ganado un lugar en la historia del rock latinoamericano como una voz incómoda, pero necesaria.
